Mirando pa' atras
El tiempo no me ha sobrado últimamente, intentar escribir se me ha hecho tarea imposible. Creo que lo hago mejor cuando ando ultramega bajoneado, y si no lo he hecho últimamente, habla bien de mi estado anímico. Sea como sea, se echa de menos vomitar palabras escritas y desahogarse un poco de la cantidad de cosas que están pasando por mi cabeza, ordenar un poco los cajones y sacar esa basura que inevitablemente se acumula en el cerebro de un cachurero mental como yo.
Me acabo de dar cuenta que falta poco para que se cumpla un añito desde que lancé mi primera pelada de cables en este blog, un mensaje en la botella que es algo así como la declaración de noprincipios de esto, échele un ojo pa’ ver si me puede echar una manito.
Eeeel cuento es que esto de que se cumpla un año desde que me decidí a escupir mis ideas en el ciberespacio significa también que se cumple un año en que mi vida se terremoteó por completo, de esos cataclismos que dan vuelta la tierra y que todo lo que creías que era blanco se convirtió en negro, y viceversa. Hace un año me quedó la cagada en la vida y muchos de esos zurullos no han podido aun ser evacuados; hay cosas que pasaron que todavía me perturban y se me aparecen en sueños, esos cadáveres que se niegan a ser enterrados y que quieren llevar con ellos parte de mi vida… la mejor parte de mi vida.
Pero como la vida no solo se compone de teleseries venezolanas, también me han pasado cosas buenas, dentro de esos giros que dio mi vida hace un año se me apareció mi ángel de la guarda y no se fue más de mi vida, se quedó al ladito mío acompañando mi bruxismo nocturno y compartiendo lo bueno lo malo y lo feo de la vida.
También aparecieron personajes fugaces de esos que te dejan marcando ocupado, que te cambian la forma de ver la vida, y que conciente o inconcientemente te dan una mano con esto de la existencia y los colores que tiene el alma vistos desde un cerro o una ventana o unas luces que son eyaculaciones de belleza.
Todos giros rapidísimos que se dieron en demasiado poco tiempo de mi vida, quedé mareado y cuando uno se marea, vomita. Yo decidí vomitar en el blog, y la cantidad de cosas que he pensado frente a un cuaderno o directamente frente al teclado, se han plasmado aquí. Si usted que lee esto apareció hace poco, échele una miradita hacia atrás, y si le da lata, no importa, solo se pierde de un tortuoso año de la vida de un don nadie.
Si alguien no entiende nada de lo que ha leído, no se preocupe, yo tampoco... y para eso escribo.
Me acabo de dar cuenta que falta poco para que se cumpla un añito desde que lancé mi primera pelada de cables en este blog, un mensaje en la botella que es algo así como la declaración de noprincipios de esto, échele un ojo pa’ ver si me puede echar una manito.
Eeeel cuento es que esto de que se cumpla un año desde que me decidí a escupir mis ideas en el ciberespacio significa también que se cumple un año en que mi vida se terremoteó por completo, de esos cataclismos que dan vuelta la tierra y que todo lo que creías que era blanco se convirtió en negro, y viceversa. Hace un año me quedó la cagada en la vida y muchos de esos zurullos no han podido aun ser evacuados; hay cosas que pasaron que todavía me perturban y se me aparecen en sueños, esos cadáveres que se niegan a ser enterrados y que quieren llevar con ellos parte de mi vida… la mejor parte de mi vida.
Pero como la vida no solo se compone de teleseries venezolanas, también me han pasado cosas buenas, dentro de esos giros que dio mi vida hace un año se me apareció mi ángel de la guarda y no se fue más de mi vida, se quedó al ladito mío acompañando mi bruxismo nocturno y compartiendo lo bueno lo malo y lo feo de la vida.
También aparecieron personajes fugaces de esos que te dejan marcando ocupado, que te cambian la forma de ver la vida, y que conciente o inconcientemente te dan una mano con esto de la existencia y los colores que tiene el alma vistos desde un cerro o una ventana o unas luces que son eyaculaciones de belleza.
Todos giros rapidísimos que se dieron en demasiado poco tiempo de mi vida, quedé mareado y cuando uno se marea, vomita. Yo decidí vomitar en el blog, y la cantidad de cosas que he pensado frente a un cuaderno o directamente frente al teclado, se han plasmado aquí. Si usted que lee esto apareció hace poco, échele una miradita hacia atrás, y si le da lata, no importa, solo se pierde de un tortuoso año de la vida de un don nadie.
Si alguien no entiende nada de lo que ha leído, no se preocupe, yo tampoco... y para eso escribo.