28 febrero 2006

Despintor desfrustrándose


Desimagino paisajes para no estar donde me puso el guionista aquel de esta historia absurda llamada vida.

Desimagino paisajes que estoy viendo, diluyo edificios como acuarelas reventadas de agua.

Los observo a través de la ventana e imagino sus colores diluirse hasta desaparecer.

Ahora desimagino los árboles, también su verde se descorre desvaneciéndose en el lienzo de la ventana. Imagino las nubes cayendo, el cielo cayendo. Todo desaparece hasta convertirse en nada blanca a través del lienzo al cual este mentando autor nombró ventana.

Una especie de bomba atómica que a su paso borra toda la Creación, lenta, una por una, todas las cosas se desvanecen, en rojo, un rojo que con el rápido paso se transforma en el más cegador blanco, un blanco/nada.

Imagino mundos míos sobre la tela blanca, mundos rodeados de agua, y rocas desde donde pueda observar, donde solo el viento me pueda tocar, donde solo el viento me pueda hablar, ni guionistas ni parodias de mi propia vida, solo el viento y el mar y la roca en la que estoy sentado.